Vivir solo implica, además de la dulce independencia, hacerse cargo de uno mismo. Esa labor a veces conlleva lidiar con situaciones que a nadie le gusta manejar, pero que todos en algún momento de nuestras vidas debemos de tratar, y una de esas labores es mantener limpio el lugar en donde vives. Parece obvio, y hasta un tanto repetitivo, mencionar la importancia de mantener tu casa limpia y en buen estado, pero ahora que estudios del 2010 revelan el incremento de plagas en las ciudades, recordarlo es de mucha ayuda. Las plagas son quizás la situación más asquerosa a la que nos podemos enfrentar cuando vivimos por nuestra cuenta. Las plagas más comunes en las grandes ciudades son las termitas, chinches, cucarachas, avispas, hormigas, pulgas y ratas. Cada una de ellas trae su propio problema. Por ejemplo, las picaduras de las pulgas provocan irritación e infecciones en la piel que, sin tratar, pueden evolucionar a cosas peores.
Estas plagas aparecen por muchos motivos. Primero, como quizás pudiste inferir, por falta de higiene en la casa. Las cucarachas aparecen normalmente cerca de comida en mal estado, por acumular demasiada basura o por falta de limpieza en los desagües; además, vivir en suciedad da las condiciones para germinar más plagas, es decir, los huevecillos de una cucaracha casi siempre crecen en estas condiciones de poca higiene. También las plagas pueden propagarse por descuido al momento de tratarlas. Las hormigas y las termitas pueden reproducirse en gran medida si no son fumigadas por expertos. Otro factor importante es la ventilación y dejar espacios abiertos para la entrada de mosquitos u otros insectos. Finalmente, tener una mascota, y no bañarla constantemente, también puede atraer plagas a tu casa.
¿Cómo evitarlas?
Hay varias cosas que puedes hacer para evitarlos, o si en tu casa ya viven contigo estos pequeños amigos, no te preocupes, existen soluciones para tratarlos:
1. Una solución que tú mismo puedes hacer es comprar mosquiteros y filtros que tapen tus ventanas y así evitar la entrada de mosquitos y avispas.
2.
Existen
algunos remedios caseros que alejan algunas plagas de ciertos lugares. Clavos
para condimentar y limón alejan a las moscas, la menta a las garrapatas, el
ácido bórico, aplicado en desagües, evita la entrada de insectos no voladores.
3. Sin duda, la limpieza es el paso más importante de todos, pero hay algunos sectores de tu casa que debes procurar con mayor detenimiento cuidar. La cocina puede ser un recinto para las plagas si se acumula demasiada basura o se descuidan los alimentos; procura tirar la comida que ya no sirve, separar la basura y sacarla al menos cada dos días. Tus baños también deben quedar impecables, de lo contrario arriesgas tu salud. Por último, cuida el lugar donde duermes. Los ácaros se engendran en nuestras colchas y almohadas si no las lavamos y cambiamos regularmente.
4. En casos ya de verdadera urgencia, lo que tienes que hacer es llamar a un experto. Aunque no es barato, los fumigadores te ahorran otros problemas mucho más caros que por ti mismo no podrías solucionar.
La independencia no es siempre miel sobre hojuelas, pero cuando nos enfrentamos con enemigos tan temibles, como las plagas, sin duda nos volvemos más autosuficiente. Sí, lidiar con las plagas es una situación que nadie quiere enfrentar, pero evitarlo, y en su momento liquidarlo, es una habilidad muy valiosa al momento de vivir solo.